El coaching es una disciplina en auge debido a los excelentes resultados que ha adquirido durante los últimos años. El “responsable en coaching ejecutivo y empresarial” se instaura en nuestra sociedad como una figura que acompaña y acoge al empleado, en un proceso exhaustivo y prolongado dentro de un mercado cada vez más innovador, exigente y competitivo.
El objetivo principal es alcanzar el máximo rendimiento de los miembros de una empresa, tanto a nivel individual como en el propio funcionamiento del sistema ejecutivo como sinergia, teniendo presente, muy especialmente, los 17 objetivos de desarrollo sostenible que plantea la ONU en la Agenda 2030 y que pivotan sobre 5 pilares: las personas, el planeta, la prosperidad, la paz y las alianzas.
El coaching a nivel profesional actúa recogiendo las fortalezas del ser humano, siendo estas las herramientas básicas para superar obstáculos, prefijar y alcanzar objetivos coherentes, impulsar las propias competencias y lograr metas trascendentales en el transcurso de la vida laboral. Así, de una manera directamente proporcional, crearán satisfacción y un compromiso permanente con la entidad empleadora y su filosofía de trabajo.
El cambio de estilo vida, la demanda del mercado y las expectativas generadas por una sociedad proactiva e imparable, propulsan al coach como un profesional que ha de estar plenamente cualificado y que tiene que adquirir una serie de competencias imprescindibles frente a un intrusismo laboral, cada vez más amplio, debido a la ambigüedad y a la carencia de sistemas que certifiquen tal labor.
Todo lo anterior pone de manifiesto la necesidad de contar con Responsables en coaching ejecutivo y empresarial .