COMPLIANCE CERTIFICAqué hacemos

En términos generales, las organizaciones deberían dotarse de un sistema de gestión de riesgos (SGR) o enterprise risk management (ERM), siendo sus elementos fundamentales el catálogo y el mapa de riesgos o matriz de probabilidad-impacto. El término compliance anglosajón tiene su origen en el Derecho norteamericano y su uso lleva implícito el “cumplimiento legal”, por lo que, en España, podría denominarse “programa de cumplimiento normativo”.

La utilidad de la certificación de este tipo de programas de conformidad con las normas UNE 19601 y 19602, de compliance penal y tributario, al justificar la certificadora que se están aplicando de forma efectiva, consiste en eximir o atenuar la responsabilidad de una organización ante eventuales delitos e infracciones administrativas.

La norma UNE 19601, Sistemas de gestión de compliance penal. Requisitos con orientación para su uso, persigue los siguientes objetivos:

• Prevenir la comisión de delitos que puedan llevar aparejada responsabilidad penal para una organización.
• Difundir la cultura de prevención y cumplimiento en la misma.
• Establecer medidas de vigilancia y control idóneas para prevenir delitos y reducir, de forma significativa, el riesgo de cometerlos.
• Mejorar la gestión, ayudar a reducir el riesgo penal y dar una mayor garantía de seguridad y confianza ante órganos de gobierno, accionistas e inversores, entre otros grupos de interés.

La Norma UNE 19602, Sistemas de gestión de compliance tributario, persigue los siguientes objetivos:

• Prevenir los riesgos tributarios en una organización.
• Establecer las pautas para implantar un sistema de cumplimiento tendente a minimizar sus riesgos tributarios y, en caso de producirse, facilitar la creación de mecanismos de detección y corrección, así como pautas de aprendizaje para evitarlos en el futuro.
• Difundir la cultura y cumplimiento de sus obligaciones tributarias.
• Servir como elemento de prueba para demostrar, ante la Administración o los Tribunales, la voluntad de la organización de cumplir con tales obligaciones.

Existen determinadas actividades que no exigen para su ejercicio contar con una titulación determinada, por lo que tampoco requieren ningún tipo de colegiación al no encontrarse reguladas. Sin embargo, el mercado y las organizaciones, tanto públicas como privadas, demandan profesionales con competencias determinadas para su realización.

Como un hecho diferencial y para que sean identificados en el mercado y elegidos frente a otros, la certificación de personas asegura que los profesionales certificados cumplen con unos requisitos de titulación, experiencia contrastada y formación complementaria, previamente exigidos y de conformidad con un documento de referencia o esquema de certificación.

En este sentido Compliance Certifica ha elaborado una serie de esquemas para la certificación de personas, de conformidad con la norma UNE-EN ISO/IEC 17024. Evaluación de Conformidad. Requisitos generales para los organismos que realizan certificación de personas, y que han sido consensuados por comités de expertos de primer nivel.

Dicha certificación es una herramienta válida para la evaluación, objetiva e imparcial, de la competencia de las personas para realizar su actividad. La ulterior declaración pública, llevada a cabo por la certificadora, proporciona al mercado una información, útil y contrastada, sobre los criterios aplicados.

• Asesor Fiscal.
• Responsable de Buenas Prácticas Tributarias.
• Responsable de Contratación Pública.
• Consejeros de sociedades mercantiles.
• Experto en prevención de blanqueo de capitales.